Aprender enseñando: Descubre las aves de Majadahonda

Autora: Anastasia Gómez Vybornova
Área: Ornitología

Vivimos rodeados de aves, pero no las conocemos. Esta idea, junto con mi pasión por la Naturaleza, me llevó a investigar los pájaros de mi ciudad, Majadahonda. Esa investigación que yo había realizado perdía su valor encerrada en las páginas de un cuaderno, así que decidí buscar formas de acercar este conocimiento a los ciudadanos. Creé plataformas de divulgación científica como una página web, un folleto informativo y una ruta ornitológica por el Monte del Pilar sobre dichas aves, que despertaron un gran interés en la población adulta.

La educación ambiental es un proceso que dura toda la vida y es la base del desarrollo sostenible de una sociedad. Hace poco tuve la oportunidad de impartir una charla educativa sobre mi proyecto y sumergirme en la raíz de la educación: los colegios. Visité el CEIP Antonio Machado para formar la conciencia ambiental de 50 niños de 6 años, inculcar valores de respeto hacia el medio ambiente y promover el interés por las aves. Y conocí la importancia, no sólo de educar, si no de aprender enseñando.

“Mis vecinos del aire”, título del proyecto, se abría paso en la diapositiva acompañado de cantos de aves de ciudad, consiguiendo captar desde el principio la curiosidad de los niños. Es evidente que en la era de la tecnología tenemos a nuestra disposición aparatos electrónicos que nos permiten acceder a la información al instante. Este hecho ha provocado que las generaciones más jóvenes que han nacido con estos avances tecnológicos se sientan muy atraídas por ellos, dejando todo lo analógico en un segundo plano. Para aquellos que han crecido con el olor de los libros, esta dependencia de lo digital afecta al desarrollo personal de los jóvenes. Pero en el ámbito educativo, el uso de herramientas TIC para promover valores y transmitir conocimiento es accesible y cercano a todos. Pude comprobar cómo los niños se quedaban cautivados al escuchar el canto de un verdecillo o al mirar un video del quebrantahuesos. Y esta forma de conseguir su atención e interés debe ser una herramienta presente en todo bagaje docente.

Otro aspecto que me impresionó fue la activa participación de los alumnos, su saber oculto sobre muchos temas y sus deseos de aprovechar cualquier oportunidad para acercar aquello que les enseñaba a sus vidas. Es frecuente escuchar un ilusionado “Un día iba con mi abuela vi un gorrión” o “Yo he visto una cotorra”, para complacerse de sus experiencias personales. Encontré esta interacción, este vínculo tan particular entre profesor y alumno, la base para el flujo de conocimiento.





Mi mayor dificultad fue encontrar las palabras para explicar nuestra responsabilidad como seres humanos sobre la desaparición de las aves y hacerles entender que algunas de nuestras acciones tienen un impacto negativo sobre ellas. Porque para ellos, el mal y el bien, lo bueno y lo malo, es aún una región difusa difícil de diferenciar. Por ello, para explicar las amenazas que sufren las aves, como el cambio climático, la caza ilegal, las colisiones…, es necesario acercarlas a sus vidas cotidianas haciéndoles ver que es un problema actual. Más allá de gráficos y tablas, los niños pueden sentir el cambio climático por la subida de temperaturas, la disminución de precipitaciones, la pérdida de hábitat en el Ártico de los animales que ven en la tele, la irregularidad de las migraciones…Y enseguida, cuando ven la proximidad del problema, se preocupan, y su conciencia ambiental se desarrolla un poco más.

También descubrí la importancia de inculcar con pasión, hacer de cada pájaro un ser único cuyas cualidades no podemos más que apreciar y proteger. Hablar de la técnica de alimentación del quebrantahuesos, de la inteligencia del alimoche, de la vida aérea de los vencejos y el largo viaje migratorio de las golondrinas comunes les hace ver el valor de cada ave, admirarlo y conservarlo.

Y yo, que aún soy más estudiante que profesora, vi en los niños una ausencia de prejuicios a la hora de aprender que los adultos hemos olvidado. Ningún tema para ellos es “aburrido”, si no que se enseña de forma aburrida. No hay obstáculos que quiten su interés ni su curiosidad, porque están llenos de preguntas y la mente abierta para recibir respuestas.

Si bien yo les enseñé el valor de los pájaros de Majadahonda y por qué debemos conservarlos, ellos me enseñaron que para aprender hay que descubrir la mente abierta en uno mismo y en los otros.

Más información:
https://avesmajadahonda.wixsite.com/aves

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